A veces, cuando cocinamos, tenemos el presentimiento de que lo que estamos haciendo será un éxito total. En la mayoría de ocasiones se cumple, y esta fue una de ellas. Estas albóndigas de garbanzos al horno con calabacín son facilísimas de hacer, y su sabor es simplemente brutal.
Estoy segura de que si las probáis diréis lo mismo que yo: ¿cómo no las he descubierto antes?
A continuación, en la receta, os dejamos el paso a paso de todos los detalles de la preparación. Es decir, además de las albóndigas en sí, os contamos cómo hemos hecho la salsa de tomate con la que las hemos acompañado.
Pero sobre todo quiero que os quedéis con la receta de las albóndigas, porqué podéis acompañarlas como queráis. Si tenéis alguna salsa ya preparada en la nevera o el congelador, podéis usarla. Pero ya veréis que están tan ricas que simplemente podríamos comerlas a mordiscos, o si las hacemos más pequeñitas, en una ensalada.
En fin, vayamos a ver la receta y os acabamos de convencer (solo disponible para suscriptores):
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Aquí tenéis la opción de escuchar la receta en audio:
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Esperamos que finalmente os animéis con estas súper albóndigas de garbanzos.
Esta combinación que hemos elegido para servirlas queda deliciosa, pero si se os ocurren otras ideas, estaremos encantadas de que las compartáis con nosotras en los comentarios. ¡Hasta la próxima!
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Las albobdigas Sin salsa de tomate quedan demasiado secas?? O se pueden comer también solas en plan aperitivo?
Sin la salsa están buenísimas también, sobre todo acabadas de sacar del horno, que están crujientes. Yo me comí la mitad de las que preparé sin nada, a bocados 😛
Sí, duda resuelta, muchas gracias!!
Hola! Me encanta la receta!! También se podrían hacer albóndigas de garbanzos y zanahoria? Y una duda existencial que tengo, ¿cual es la función del bicarbonato sódico? Gracias!!
¡Qué bien que te gusten, Maria! Con zanahoria seguro que quedan muy ricos también, ¡gracias por la idea!
En cuanto al bicarbonato, yo lo suelo añadir cuando preparo salsas de tomate para contrarrestar el acidez del tomate (por reacción química lo neutraliza). Si a ti no te molesta el toque ácido, no hace falta que lo pongas. A veces, si le ponemos a la salsa zanahoria o algún otro alimento un poco dulce, tampoco hace falta. Espero haberte resuelto la duda 🙂