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Recetas con calabacín

Nos encanta el calabacín, tanto por su versatilidad en la cocina como por sus propiedades nutricionales. Su interior es suave y están cubiertos por una piel verde o amarilla, que también es comestible. Las flores de la planta también son comestibles.

Cuándo consumirlo. Los meses de verano (junio-septiembre) son la mejor época para consumir calabacín, ya que la planta necesita climas calurosos para poder crecer.

Cómo conservarlos. Nosotras guardamos los calabacines en la nevera. Según el tipo de preparación que vayamos a hacer, si necesitamos que los calabacines estén firmes, es mejor consumirlos antes de 4 días. A partir de entonces empezarán a ponerse un poco blandos, aunque no hay ningún problema y se pueden seguir consumiendo. Si queremos congelarlos, nosotras los cortamos en cubos y los escaldamos unos 3 minutos antes de introducirlos en el congelador.

Por qué consumirlo. El calabacín contiene gran cantidad de agua y fibra. Al tener pocas calorías, es muy recomendable incluirlo en nuestros platos para añadir volumen y nutrientes sin aumentar el aporte energético. Entre otros, contiene nutrientes como ácido fólico, potasio, hierro, manganeso, vitamina A y vitamina C (este último solo se obtiene si consumimos el calabacín crudo).

Cómo consumirlo. Lo podemos consumir crudo, asado, al vapor, rallado, espiralizado (en forma de espaguetis)... También lo usamos para algunos bizcochos o postres, salteados, ensaladas, horneado junto con otras verduras, etc. Si sigues una dieta sin lácteos, el calabacín puede ser un buen recurso para ti. Puedes triturarlo hasta obtener puré para añadir volumen o una textura más espesa a algunas preparaciones, sin tener que usar natas o similares. Aquí van nuestras propuestas de recetas con calabacín:

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